La sabiduría surge a través de la experiencia de vida, de escuchar a nuestros mayores, de los antepasados de muchos pueblos. Considero que sentarse tranquilamente a meditar abre la puerta a la energía de los sabios. Mantener nuestros corazones abiertos al aprendizaje y al crecimiento permite que la sabiduría resida en nuestras mentes, en nuestros corazones, en nuestro espíritu. Esta es la segunda pieza de una serie en la que estoy trabajando, creando una imagen de belleza que se define por nuestra naturaleza, nuestras cicatrices, nuestro tiempo.
 Impresión de 6 x 8 pulgadas en papel texturizado de calidad con acabado mate.